Primero Satanás trató de que Jesús convirtiera piedras en pan. El poder de Jesús el cual convirtió agua en vino seguramente podría haber convertido piedras en pan. Pero hacer esto en esta situación habría sido actuar independientemente de Dios y usar Su poder para beneficio personal.
Luego Satanás trató que Jesús se arrojara del pináculo del Templo. Ten en cuenta que Satanás dijo “Arrójate”. Satanás no podía arrojarlo, porque el poder de Satanás es un poder limitado.
Satanás puede persuadirte a pecar, pero él no puede arrojarte. Como has aprendido, cada hombre es tentado cuando de sus propios deseos es atraído. Él no es forzado, sino seducido. En esta tentación, Satanás usó la Palabra de Dios para fundamentar su apelación, pero no la aplicó correctamente (Mateo 4:6). Aplicación errónea de la Palabra de Dios es una de las estrategias fundamentales de Satanás.
En las dos primeras tentaciones Satanás dijo “SI tú eres el Hijo de Dios”, haz estas cosas. Para Jesús haber obedecido habría sido la admisión que la verificación por el Padre de Su vínculo de Hijo era inadecuada. Dios ya había hablado desde el cielo confirmando esta relación (Mateo 3:17). Satanás siempre centra sus ataques en tu relación con Dios. La tentación final fue un intento de recibir adoración. En respuesta, Satanás le entregaría a Jesús todos los reinos del mundo.
En estas tres situaciones de tentación puedes ver las fuerzas del mal del mundo, la carne y el diablo batallando contra Jesús. Jesús confrontó las tentaciones de Satanás con la Palabra de Dios. La Biblia es una muy importante arma espiritual y parte de la armadura de Dios la cual estudiarás luego. Es llamada “la espada del Espíritu”. La Palabra de Dios es el único manual divinamente inspirado para la guerra espiritual. Otros libros son útiles solamente en la medida que están en armonía con la Palabra de Dios.
Al confrontar las tentaciones de Satanás, Jesús usó la Palabra de Dios,. Jesús citó escrituras específicas aplicables a la batalla inmediata. No citó pasajes de cronología o historia del Antiguo Testamento. Jesús dijo “está escrito...”. Cuando usas Escrituras específicas, asegúrate que están en balance con el resto de la Palabra de Dios. Deben ser vistas en su contexto y aplicadas en armonía con la totalidad de la Palabra revelada de Dios.
En vistas a usar la Palabra de Dios efectivamente en la guerra espiritual, debes conocer la Palabra de Dios. Debes estudiar, meditar, y memorizarla. Muchas derrotas en la vida vienen porque no conocemos la Palabra de Dios:
“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios” (Mateo 22:29).
La Palabra de Dios es nuestro manual de guerra y revela el plan espiritual de Dios para la batalla.
Poder delegado y autoridad
La segunda parte del plan de batalla está basada en el poder y autoridad sobre Satanás el cual Jesús delegó a Sus seguidores:
“Reuniendo a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades” (Lucas 9:1).
Autoridad y poder son dos cosas diferentes. Considera el ejemplo de un policía. Él tiene una insignia y un uniforme los cuales son símbolos de su autoridad. Su autoridad viene a causa de su posición en el gobierno. Pero puesto que no todas las personas respetan esa autoridad, el policía también lleva un arma. El arma es su poder.
Tu autoridad sobre el enemigo viene mediante Jesucristo y tu posición en Él como creyente. Tu poder sobre el enemigo viene mediante el Espíritu Santo:
“Ciertamente, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49).
Como el policía, debes tener tanto autoridad como poder para ser efectivos. Algunos creyentes reciben autoridad mediante la experiencia del nuevo nacimiento y su posición en Cristo pero nunca siguen adelante para recibir el poder del Espíritu Santo, el cual ha de ser combinado con la autoridad para una guerra efectiva.
El poder que Jesús dio es poder para propósitos específicos. Estos incluyen:
Poder sobre el enemigo“Reuniendo a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades” (Lucas 9:1).
Poder sobre el pecado“Y al decir esto, sopló y les dijo: —Recibid el Espíritu Santo.23 A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengáis, les serán retenidos” (Juan 20:22-23).
Poder para extender el Evangelio
“Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).
La Biblia no es solamente un libro. Es la misma Palabra de Dios y tiene vida. Dios nos dio la Biblia como una divina carta de amor. Esta es una de las formas especiales que Dios tiene para comunicarse con nosotros. Cuando leemos la Biblia nos da aliento a nuestro espíritu.
La Biblia es todavía el libro de mayor venta en el mundo. Se relaciona con cada área de nuestra vida. Hay historias de aventura, romance y traición. La Biblia anota pecados como adulterio, violación, asesinato, mentira, abuso del alcohol y avaricia. También relata sobre personas que sufren de depresión, soledad, mala comprensión, problemas familiares y maritales. La Biblia trata de personas reales y es para personas reales. Contiene cantos, poemas, diálogos, parábolas, visiones y narrativas históricas.
Inspiración
La Biblia es la Palabra de Dios que inspiró para que el hombre la escribiera. La Biblia fue escrita hace más de 1800 años en los idiomas hebreo y griego. La versión Reina Valera fue traducida al idioma español a comienzos de los años 1600. Es una compilación divina de 66 libros que revelan el origen y el destino de las cosas. Es la mejor fuente de información para aquellos que quieren saber de dónde vienen y lo que deben esperar del futuro. Se interpreta a sí misma y cubre cualquier tema del conocimiento humano y sus necesidades actuales y eternas.
Muchos cristianos aceptan la Biblia como la Palabra de autoridad de Dios y buscan en ella dirección para vivir sus vidas actuales y futuras. Este libro revela la mente de Dios, el camino de salvación, el gozo y la paz.
Exactitud cientìfica
Otras asombrosas evidencias de inspiración divina se encuentran en el hecho que muchos de los principios de la ciencia moderna fueron registrados como acontecimientos de la naturaleza en la Biblia, mucho antes que los científicos los confirmaran experimentalmente. Un ejemplo de éstos incluiría:
La redondez de la tierra (Isaías 40,22)
La casi infinita extensión del universo sideral (Isaías 55,9)
La ley de la conservación de la masa y de la energía (II Pedro 3,7)
El ciclo hidrológico (Eclesiastés 1,7)
El vasto número de estrellas (Jeremías 33,22)
La ley de la creciente entropía (Salmo 102, 25-27)
La primordial importancia de la sangre en el proceso vital (Levítico 17,11)
La circulación atmosférica (Eclesiastés 1,6)
El campo gravitacional (Job 26,7)
Y muchos otros.
Desde luego que estos ejemplos no han sido expuestos en lenguaje técnico de la ciencia moderna, sino en términos del mundo elemental de la experiencia cotidiana del hombre; sin embargo, todos ellos están completamente de acuerdo con los hechos científicos más modernos.
Es también significativo que jamás ha sido demostrado un error real en la Biblia, en ciencia, en historia, o en algún otro argumento. Desde luego que ha habido muchos reclamos, pero los investigadores conservadores de la Biblia siempre han sido capaces de ofrecer soluciones razonables a tales problemas.
Traducciones
En años recientes muchas traducciones han sido publicadas, son más fáciles de leer y entender. La mayoría de estas traducciones provienen de las versiones originales de los idiomas hebreo y griego.
La Biblia continúa siendo el libro de mayor venta en el mundo. Millones de personas la leen diariamente para encontrar la dirección de sus vidas. Una persona puede encontrar en la Biblia la solución para muchos de sus problemas.
Las enseñanzas de Jesús, el Hijo de Dios, son anotadas en los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento – Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos cuatro libros narran la historia desde una perspectiva diferente. El libro de Juan es un buen lugar para comenzar a leer la Biblia. Jesús enseñó a multitudes de personas usando parábolas que ellos entendían y obró muchos milagros para revelar la gloria de Dios de tal forma que ellos creyeran que Él era el Hijo de Dios.
El Nuevo Testamento narra mucho de la vida de Jesucristo. El Antiguo Testamento narra los eventos desde la creación del mundo hasta 400 años antes del nacimiento de Cristo. Es bueno leer una porción de las Escrituras diariamente como alimento para su espíritu, tal como usted come todos los días para alimentar su cuerpo. A medida que las Escrituras lleguen a ser parte de su vida, usted encontrará una paz interna y un gozo verdadero si obedece Sus enseñanzas
Muy bueno tu artículo Jasmin.
ResponderEliminarDios te bendiga
hola bendiciones tu articulo es muy bueno es una grande enseñanza
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